martes, 11 de noviembre de 2008

PACHACUTEC
Arturo Gomez
Licenciado en Educación por la UNMSM.
Profesor de Historia del Perú



Pachacútec fue hijo del Inca Wiracocha y de la Coya Mama Runtu quienes lo llamaron Cusi Yupanqui. Desde muy joven mostró aptitudes para el gobierno y las conquistas, sin embargo fue relegado injustamente en beneficio de Urco, un príncipe sin méritos suficientes.

Cuando los chancas invadieron el Cusco en 1438, Wiracocha y Urco huyeron vergonzosamente, entonces Cusi Yupanqui asumió el liderazgo para la defensa de la ciudad. Apoyado por los generales Vicaquirao y Apo Maita organizó la resistencia. Los atacantes llegaban liderados por Astoy Huaraca y Tumay Huaraca, tenían fama de invencibles y contaban con el apoyo de los ayarmacas . Los cusqueños apoyados por los canas y por los míticos pururaucas lograron contenerlos con sangrientos choques en la mismas puertas de la ciudad. Entusiasmados por el arrojo de Cusi Yupanqui miles de hombres y mujeres entraron regresaron para combatir e hicieron retroceder a los invasores. La batalla final se dio cerca al río Apurimac, en la llanura de Ichupampa. Los Incas vencieron categóricamente cuando Cusi Yupanqui logró decapitar a rey Astoy Huaraca. Miles de chancas y cusqueños murieron en aquel campo que en adelente fue nombrado Yahuarpampa, llanura de sangre.

Después de invadir el país de los Chancas, Cusi Yupanqui regresó al Cusco con muchos prisioneros, un rico botín y lleno de gloria. Fue aclamado encumbrado como nuevo Sapan Inca con el nombre de Pachacutec, el Transformador de la Tierra. Urco se sublevó reclamando el poder pero fue derrotado por Pachacútec en la Batalla de Paca (río Tambo) y arrojado a un barranco. El viejo Wiracocha, resignado, pidió perdón al vencedor y lo reconoció como el nuevo soberano.

Pachacútec fue el fundador del Imperio de los Incas. Después de someter a los chancas emprendió varias campañas para conquistar y anexar reinos y señoríos que poseían fértiles tierras de cultívo y pobladores capaces de tributar fuerza de trabajo para los cusqueños. Emprendió la tarea de someter a sus fuertes vecinos, los ayarmacas; lo consiguió logrando vencer y capturar a su rey Tocay Capac. Luego derrotó a los tambos de Urubamba avanzando hacia las tierras de Piccho, Vitcos y Vilcabamba donde mandó construir algunas llaqtas de defensa y refugio para casos de emergencia. Obedeciendo su vocación expansionista anexó a los Soras y Lucanas de Ayacucho y envió a su hermano Capac Yupanqui a la conquista de los Chincha, Huarco, Ishma, Yauyos, Huancas, Taramas, Pumpus, Conchucos y Cuismancus. Mientras tanto él sometió a los collas del Lago Titicaca para luego dirigirse a Condesuyos donde conquistó todos lo señoríos de Arequipa. Envió a su hijo Amaru Yupanqui a la conquista de los charcas y más tarde a Túpac Yupanqui a los reinos Yarowilca y Chimú. Todas estas campañas fueron duras pero victoriosas para los incas que se convirtieron en los nuevos amos del mundo andino.

El Transformador del Mundo, Pachacútec, también tuvo una gran labor administrativa. El nuevo papel de los incas en el espacio andino generó nuevas necesidades y tareas que fueron afrontadas con eficacia. El Sapan Inca emprendió la reconstrucción del Cusco; un nuevo plano, cuyo contornos forman un puma sagrado, sirvió de base para el engrandecimiento de la llaqta, empleando miles de mitayos (trabajadores por turnos) provenientes de las naciones sometidas, principalmente aymaras, expertos en construcciones petreas. Puso especial interés en la construcción del majestuoso Coricancha, templo dios Sol, donde antes estaba el viejo Inticancha. Para el dios Wiracocha edificó el Quishuarcancha y para Illapa, Sacsayhuamán. También mandó construir el acllahuasi (casa de las escogidas), el poquencancha (museo histórico) y el Sancayhuasi (prisión) y fuera del Cusco ordenó la construcción de llaqtas (centros administrativos) al servicio del Imperio como Ollantaytambo, Machupicchu, Vilcashuamán, Huaytará, Tambo Colorado y Huánucopampa.Se le atribuye la implantación del sistema de mitmak o mitimaes (pueblos trasladados) con fines de colonización de las zonas conquistadas. Estableció la confiscación de tierras “para el sol” y “para el inca”, mandó construir canales de regadío, andenes (terrazas agrícolas) y colcas (depósitos o despensas estatales) en todas las regiones del imperio. Conectó todas las llaqtas (ciudades) construyendo o ampliando el Capac Ñan ( red vial) y en sus tramos se edificaron tambos (aposentos) donde descansaban y se aprovisionaban los funcionarios o servidores imperiales. El servicio de chasquis (mensajeros) y el entrenamiento de quipucamayoc (contadores) contribuyeron a acelerar las comunicaciones y guardarlas con fines estatales. Asimismo, dividió el Imperio en cuatro suyos (regiones), y a estos en huamanis (provincias). Estableció una red de funcionarios leales al Sapan Inca: Suyuyuc Apu, para las regiones; Apunchic, para las provincias; Tucuy Ricoc, para supervigilar la labor de los curacas en sus ayllus o comunidades. Priorizó el culto al Sol y ordenó la edificación de muchos templos en su honor, asimismo aseguró tierras y mitayos (trabajadores por turnos) para el sostén de los tarpuntaes y vilcas (sacerdotes). Complementó su labor integradora al establecer el uso del Quechua o Runa Simi como lengua oficial del Tahuantinsuyo.

Estando viejo Pachacutec nombró como Hatun Auqui (príncipe sucesor) a Amaru Yupanqui, decisión que revocó para designar definitivamente a Túpac Yupanqui, por haber mostrado mejores dotes de conquistador y líder.

Este gobernante, que hizo honor a su nombre al renovar el mundo andino, murió bastante anciano, en 1471. Su mallqui (momia) fue cuidada y venerada por su poderosa Panaca llamada: Hatun Ayllu.